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Energías renovables, una oportunidad entre Argentina y USA

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Barack Obama y Mauricio Macri han coincidido en potenciar la inversión pública y privada en energía renovable.

El tema de energías renovables fue la única inversión concreta que dejó la visita de Barack Obama a Mauricio Macri. El 90% de los empresarios estadounidenses que estuvieron en el país antes de la llegada del Presidente de USA, integren ese sector, en especial proveedores de equipos y tecnología.

En las últimas horas de marzo, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y el secretario a cargo de Energía Renovable, Sebastián Kind, viajaron a Houston (Texas, USA) para disertar en el congreso “The Future of Energy Summit”, del que también participará el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.

Pero, ¿qué representan las energías renovables en la agenda de Barack Obama?

Mucho. En realidad, las energías renovables como alternativa posible a los problemas que presentan las no renovables (petróleo, gas y carbón) –también conocidas como fósiles- y su incidencia en el calentamiento global, han sido un punto clave en la agenda de líderes demócratas estadounidenses, comenzando con Al Gore, cuando era vicepresidente de Bill Clinton.

Recordado por el documental "Una Verdad Incómoda", ganadora de 2 premios Oscar, Gore es premio Nobel de la Paz y en cierta ocasión expuso su punto de vista, durante una visita a Bucamaranga (Colombia): “Las energías renovables pueden sacarnos del grave aprieto ambiental y energético mundial en el que estamos inmersos. Les hago un llamado a las autoridades, a los empresarios y a los ciudadanos para que enfrenten el reto de hacer un mundo mejor y para que entiendan, de una vez por todas, que la atmósfera y el planeta mismo no pueden seguir siendo vistos como caños abiertos”.

La realidad es que los recursos no renovables (petróleo, gas y carbón) son altamente contaminantes, caros (más allá de la coyuntura 2016, que es circunstancial) y se van a agotar. Obama apostó fuerte a las energías renovables durante su gestión, otorgando préstamos importantes para desarrollar estas tecnologías y volverlas rentables, una movida que fue altamente cuestionada por los republicanos y sectores asociados al petróleo.

Uno de los críticos de Obama fue el Institute for Energy Research (IER), un think-tank que en 2015 publicó un análisis en el que decía que el Presidente en ejercicio había gastado, durante los últimos 5 años, US$ 150.000 millones en una industria que por el momento no es rentable ni da empleo.

La revista Forbes apuntó en la misma dirección: publicó en 2015 que, tras enormes esfuerzos, en 2014 las “revoluciones renovables” del viento y el sol, habían producido, combinadas, aproximadamente el 2,2% de la electricidad estadounidense. Pero la apuesta de Obama es a largo plazo, y probablemente será continuada si Hillary Clinton es su sucesora.

Las 3 razones de Gore para favorecer las energías renovables

Al documental “Una verdad incómoda”, sobre el calentamiento global, se le atribuye el despertar de conciencia del público internacional sobre el cambio climático y potenciar el movimiento ecologista. Gore, además, escribió 2 libros sobre el tema. En uno de ellos, llamado “Nuestra elección”, del año 2009, Gore explica 3 razones por las que las energías renovables representan el futuro:

> “1ro., una vez que la infraestructura renovable esté construida, el combustible es gratis para siempre. Al contrario que los combustibles basados en el carbón, el viento y el sol y la tierra misma proveen combustible que es gratis, en cantidades que son efectivamente ilimitadas.”

> “2do., mientras que las tecnologías de combustibles fósiles son más maduras, las tecnologías de energía renovable están siendo rápidamente mejoradas. Así que la innovación y el ingenio nos dan la habilidad de incrementar constantemente la eficiencia de la energía renovable y continuamente reducir su costo.”

> “3ro., una vez que el mundo tome el compromiso definitivo de virar hacia la energía renovable, el volumen de la producción misma va a reducir mucho los costos de cada molino de viento y cada panel solar, mientras que agregará aún más incentivos para investigaciones adicionales y desarrollo para acelerar aún más el proceso de innovación".

Bush contra Gore (renovables vs. fósiles)

Ladebate preelectoral estadounidense del año 2000, en la que el demócrata Al Gore se enfrentaba al republicano George W. Bush, tuvo como uno de sus ejes de debate las energías renovables y el cambio climático. En ese momento, la cuestión de la que más se hablaba en USA era cómo mantener equivalentes la oferta y la demanda de energía, explica el The New York Times.

“Durante los meses anteriores a su presidencia, Estados Unidos había experimentado severas insuficiencias de crudo y gas natural en muchos rincones del país, además de apagones periódicos en California. Por primera vez en la historia, las importaciones de crudo aumentaron hasta representar más del 50 por ciento del consumo total, lo que provocó gran angustia por la seguridad de largo plazo en el abasto del país”, escribió Michael T. Klare, autor del libro “Guerra de recursos: nuevo panorama del conflicto global”, en un artículo publicado en el portal del periódico mexicano La Jornada.

Bush, como casi todos los republicanos, planteaba que había que encontrar nuevas fuentes de crudo y reasegurar el ingreso constante de las naciones productoras. Gore, en cambio, era partidario de la sustentabilidad: usar las fuentes existentes de energía de la manera más eficiente posible e invertir en energías renovables, una agenda que luego sería retomada por el actual Presidente, Barack Obama: “A partir del famoso reconocimiento, por parte de George W. Bush en 2006, de que EE.UU era ‘adicto al petróleo’, los republicanos enarbolaron la bandera de la ‘independencia energética’.

Por contraposición,"Obama ha promovido la eficiencia energética y ha impulsado las energías renovables”, escribió el portal Política Exterior. Por otro lado, Gore planteaba que el calentamiento global era una amenaza seria, y favorecía un acuerdo internacional alcanzado 3 años antes en Kyoto, Japón, que llamaba a hacer reducciones sustanciales en la emisión de gases industriales de la combustión de carbón, el crudo, la madera y el gas natural.

Bush reconocía el problema pero decía que el acuerdo de Kyoto sería demasiado costoso para USA. Recordemos que Bush había trabajado en la industria petrolera durante años y su compañero de fórmula, Dick Cheney, manejaba una compañía que brindaba servicios de campo a la industria petrolera. Al Gore perdió las elecciones frente a George Bush, y así la energía renovable perdió en esa ocasión la contienda contra la fósil.

La historia demostró que Bush era muy mal en su comprensión de la economía y terminó dinamitado por una crisis de hipotecas que su propia Administración había provocado. Nunca entendió de que la reconversión de la tecnología energética apunta a provocar una gran inversión directa que agilice la economía.

USA invade Irak en 2003: ¿Armas de destrucción masiva o campos de petróleo?

La gran prioridad de George Bush como Presidente fue incrementar el flujo de petróleo enviado por los abastecedores extranjeros al mercado estadounidense.“Bush recalcó que enfrentar la ‘crisis de energía’ de la nación era su tarea más importante como Presidente”, escribió Klare en La Jornada.

El ex Presidente norteamericano culpaba a la administración de Bill Clinton y Al Gore por la subida del precio del crudo que había habido en el 2000, por su“inaptitud en lidiar con las naciones productoras de petróleo del Medio Oriente y por su fracaso en promover nueva producción de petróleo y la modernización de plantas de energía, oleoductos y refinerías a nivel doméstico”, según explica el The New York Times.

“En los próximos 20 años, América sufrirá una importante crisis energética”, dijo el 19/03/2001 el secretario de Energía de Bush, Spencer Abraham. “Si no pudiéramos sobreponernos a este desafío, quedaría amenazada la prosperidad económica de la nación, se comprometería nuestra seguridad nacional y literalmente se alteraría la forma en que llevamos nuestra vida”, alertaba Spencer.

El 20/03/2003, Estados Unidos junto con otros países, invadió Irak bajo el argumento de que el Gobierno de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva y tenía vínculos con Al Qaeda, 2 postulados que jamás pudieron comprobarse.

“El único interés de Estados Unidos en la región es impulsar la causa de la paz y la estabilidad, y no la capacidad [iraquí] de generar crudo”, dijo Ari Fleischer, vocero de la Casa Blanca a fines de 2002. Pero si se examinan de cerca los planes gubernamentales de guerra, queda claro para muchos expertos en el tema, que el panorama era muy diferente.

En 2007, Alan Greenspan, expresidente del banco central estadounidense (la Reserva Federal), aseguró en su libro de memorias que el verdadero motivo para invadir Irak no eran las razones expresadas públicamente relativas a las supuestas armas de destrucción masiva y acabar con las supuesta relación entre el Gobierno iraquí y Al Qaeda; sino controlar las reservas de petróleo y evitar que la Unión Europea o potencias emergentes como China e India se acercaran a esas gigantescas reservas de petróleo, según recuerda un recorte qu aparece en la bibliografía que aporta un artículo en Wikipedia.

Lo cierto es que la invasión a Irak dejó a ese país hecho un desastre difícil de resolver. Este caos, según muchos especialistas, dio lugar al surgimiento del Estado Islámico que hoy controla territorios en Siria, Libia e Irak, y perpetúa atentados en ciudades alrededor del mundo, incluido el corazón de Europa.

La revolución del “fracking” y la Ley de Reinversión de 2009

Pero con la llegada de Barack Obama al poder, en enero de 2009, el tema de las energías renovables volvió a ser un punto central de agenda. Las reglas del juego, además, cambiaron mucho gracias a la tecnología del “fracking”, que posibilitó extraer gas y petróleo en el subsuelo, y posicionó a Estados Unidos como gran productor de petróleo del mundo en 2014, según el informe anual de la empresa BP, publicado por el periódico mexicano El Financiero.

“Entre 2007 y 2012, la producción de shale gas en EE.UU aumentó más de un 50% cada año, y su cuota en la producción total de gas estadounidense pasó del 5% al 39%”, publicó el portal Política Exterior. La revolución energética estadounidense no solo tuvo consecuencias comerciales, además tuvo repercusiones geopolíticas.

A medida que la producción estadounidense fue aumentando, Arabia Saudita buscó mantener el precio del petróleo bajo para volver menos rentable el shale oil y shale gas (fracking) que era la clave del autoabastecimiento de USA. Todos los gobiernos dependientes de los ingresos por petróleo comenzaron a sufrir tensiones. Obama retomó la agenda de la energía renovable iniciada por Al Gore.

“Obama enfatizó la importancia de invertir en energías limpias en cada uno de sus discursos, diciendo que este sector transformará a la economía, creará empleos, protegerá la seguridad y ayudará a salvar el planeta”, escribió el diario español Expansión.

En 2009, la Ley de Reinversión y Recuperación incluyó más de US$ 70.000 millones en gastos directos y créditos fiscales para energía limpia y los correspondientes programas de transporte, en lo que representó el mayor compromiso federal en la historia de EE.UU para la energía renovable, transporte avanzado, y las iniciativas de conservación de energía, según Wikipedia.

“El proyecto de ley de estímulo de 2009 hizo que el dinero fluyera hacia las industrias de energía limpia e infraestructura, promoviendo la contratación en esas áreas”, afirma Expansión. Para la publicación Scientific American, el impulso que le dio a la energía renovable es el legado más importante de Obama en materia de lucha contra el cambio climático. Sin embargo, todavía falta mucho por hacer en la transición energética. Por eso, más allá de que “efectivamente, el Presidente amplió la cantidad de energía limpia que se produce en Estados Unidos”, según Expansión, lo cierto es que“gran parte de su éxito en el sector de la energía limpia se basa en el financiamiento y créditos fiscales contenidos en la Ley de Recuperación. Por sí sola, la industria no es rentable como Obama había esperado”, escribió el portal en 2013. Exportando tecnología Obama intenta hacer más sustentable la joven industria. Para Scientific American, más allá de que “a algunos les gustaría ver ese programa de préstamos convertido en una especie de banco de desarrollo verde permanente”, es muy “improbable que eso suceda en la ambiente político actual."

El cambio climático, la amenaza de seguridad de la que se ríen los republicanos

“Obama dice que el cambio climático es una amenaza de seguridad. ¿De qué se ríen los republicanos?”, se pregunta la revista Foreign Policy. Parece que la vieja fórmula que equipara a republicanos con petróleo desde los años de Bush y a demócratas con sustentabilidad y energías renovables desde los planteos de Al Gore, no ha cambiado en lo más mínimo.

“Desde el derretimiento del Ártico a la sequía siria, el Presidente dice que el cambio climático es una amenaza mucho más grande que el Estado Islámico. Qué lástima que el GOP (Partido Republicano) no quiera hacer mucho por luchar contra él”, escribió la revista estadounidense.

Hay algunos casos claros en los que el cambio climático está teniendo una incidencia significativa en los conflictos alrededor del mundo: la guerra civil en Siria, por ejemplo. Si bien es cierto que el conflicto tiene sus raíces en la Primavera Árabe, la brutalidad del régimen de Bashar al Assad y la atomización de la sociedad siria, también tuvo un rol clave lo que los académicos consideran la peor seguía en la historia del país, que obligó a millones de campesinos a migrar hacia las ciudades, estropeó la producción de alimentos e incrementó una ya grave escasez de agua, según explica Foreign Policy.

Obama comprometió a USA a ser 20% renovable para 2030

Entre los críticos de la política energética de Obama está el periódico The Wall Street Journal, que publicó un artículo en el año 2015 titulado “La fantasía de Obama sobre energías renovables”.

“El 30 de junio, un día después de que la Corte Suprema derribara la regulación de la Agencia de Protección Ambiental sobre emisiones de mercurio de las plantas de energía, el Presidente Obama comprometió a USA a la meta de generar el 20% de su electricidad de fuentes renovables para el año 2030. Esto casi que triplicaría la cantidad de electricidad generada por el viento y el sol en la red nacional”, escribió Rupert Darwall en el periódico que controla News Co., de Rupert Murdoch. “No hay un análisis objetivo de costo-beneficio que justifique la meta del Presidente en energía renovable.”

El WSJ cita análisis de Bill Gates y de Google que acusan a las energías renovables de ser poco confiables, inadecuadas y poco competitivas con respecto al carbón, para sustentar su análisis. Pero lo cierto es que más allá de lo que planteen los republicanos, el WSJ y otros, hay una buena parte de los líderes mundiales que creen que los recursos renovables son el futuro. Prueba de esto es la enorme apuesta que algunos de los más importantes empresarios del mundo están haciendo por las energías renovables. De hecho, la familia Rockefeller, descendientes de John Rockefeller, fundador de la Standard Oil Company, que dominó el negocio del petróleo durante décadas, han decidido vender sus acciones de la empresa (que hoy se llama ExxonMobil), para invertir en energías renovables.

Los herederos del multimillonario consideraron “moralmente reprobable” invertir en petróleo, pese a que fue sobre el oro negro sobre lo que se construyó la fortuna de la familia. Los Rockefeller dijeron también que se desprenderían de sus activos de carbón y arenas petrolíferas en Canadá. Exxon acusó al fondo de los Rockefeller de haber financiado investigaciones periodísticas que revelaron que la empresa había engañado al público sobre los efectos de sus acciones sobre el clima.

Forbes: lo de los Rockefeller es mucho ruido y pocas nueces

Para Michael Lynch, de Forbes, el comunicado de los Rockefeller es más marketing que acción real. “Por empezar, desinvertir no quiere decir nada más que desasociarse de uno de los supuestos villanos de la obra. La cotización en bolsa de Exxon no sufrirá mayor impacto, el comportamiento de la compañía difícilmente cambie (por lo menos, así lo deseo) y no hay absolutamente ninguna conexión entre los precios de las acciones de las compañías petroleras y las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”, aduce Forbes.

Pero no se entiende:¿Por qué Lynch cree que el objetivo de la Fundación Rockefeller era depreciar las acciones de Exxon que aún debía vender? Cada inversionista es libre de comprar o vender según su propio riesgo.

Lynch destaca lo que él cree que un aspecto inquietante del pensamiento detrás de la declaración pública de los Rockefeller es creer que toda la contaminación que hay en el mundo es culpa de deleznables organizaciones, en lugar de los hábitos de las personas que viven en el mundo: “Es mucho más fácil –y más satisfactorio para algunos- lanzar una protesta en la puerta de las oficinas de una compañía de petróleo, que ir a un shopping mall y denunciar a los dueños de los SUV (N. de la R.: vehículos 4x4), pero poco corajudo y probablemente contraproducente.”

Sin embargo, habría que destacar que el día cuando la Fundación anunció esa desinversión se recordaba la contaminación que había ocurrido años antes en Alaska: el 24/03/1989, el Exxon Valdez, un petrolero estadounidense que navegaba rumbo a Long Beach (California), chocó contra un arrecife en la costa meridional de Alaska, encallando y vertiendo al mar unas 37 millones de toneladas de crudo. El accidente está considerado como uno de los desastres medioambientales más devastadores de cuantos ha provocado el ser humano, cubrió un área de unos 28.000 Km2 (una superficie similar a la de Bélgica) y afectó a más de 2.000 kilómetros de costa, perjudicando severamente a la fauna de la región.

Lynch tiene su fundamento: "Esto (N. de la R.: las consideraciones de la Fundación Rockefeller) le hace el juego al concepto de que las emisiones no son nuestra culpa, sino la de villanos corporativos que podrían, si quisiera, salvar al planeta por su cuenta, en lugar de obligarnos a nosotros a comprar autos enormes y usarlos para ir hasta la esquina."

Cuidado Lynch: las culpas no son todas iguales. Hay culpas mayores y culpas menores. Y hay intereses que le pagan a periodistas y publicaciones para trasladar responsabilidades.

Forbes concluye diciendo que habría que prestar atención al “filósofo estadounidense Michael Jackson” cuando dice que para hacer del mundo un lugar mejor, hay que empezar por “el hombre en el espejo”. De cualquier manera, más allá de la incidencia real que podría tener en la industria petrolera la decisión de los Rockefeller, el fondo no hubiera tomado la decisión de invertir en energías renovables si no estimara que hay un futuro rentable allí.

Enviar alerta como Síntesis
El Ejecutivo Nacional fomentará el desarrollo de emprendimientos para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, con destino a la prestación del servicio público de electricidad, la investigación para el desarrollo tecnológico y la fabricación de equipos con esa finalidad, según la nueva reglamentación del Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables de energía, aprobada por Decreto N°531/2016, publicado en el Boletín Oficial (en reemplazo del Decreto N° 562 del 15/05/2009). Mauricio Macri asignó recursos por $ 12.000 millones al Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Energías Renovables (Foder), al reglamentar la legislación que apunta a una mayor diversificación de la matriz de generación eléctrica y a expandir la potencia instalada a corto plazo. La Ley apunta a que un 8% de la energía que se consuma en 2017 provenga de esas fuentes alternativas y multa a las grandes empresas e industrias que no cumplan con esa cuota, como forma de incentivarlas a gestionar la compra de su propia energía. Es un monto de inversión directa muy abultada. Barack Obama dialogó con Macri por ese tema.
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